Los optimistas viven más - 2/2 - lo que pesa un vaso


Para empezar, un pequeño cuento 

- ¿Cuánto pesa un vaso vacío? - pregunto el maestro

- poco - contesto el discípulo

y anticipando la pregunta del maestro dijo:  

- ¡ Pero con agua, mucho más ! 

el maestro, complacido por el interés del discípulo por quedar bien y molesto por su falta de visión le contestó : 

- Sujeta el vaso con la mano extendida y déjalo así mientras no te indique lo contrario 

Al principio el discípulo se lo tomó con ansia y alegría, pensado que la tarea era absurdamente fácil, pero al cabo de 10 minutos parecía que el vaso pesaba una tonelada, y lo soltó 

Viendo la cara entre sorprendida y triste, el maestro le golpeó suavemente el hombro y le dijo 

- Tus preocupaciones, frustraciones, decepciones y pensamientos estresantes y negativos se parecen mucho a este vaso de agua. Si piensas  en ellos por un rato y no pasa nada drástico, pero si los dejas durante mucho tiempo, pasará como con este vaso, te pesarán tanto que te harán caer

La pregunta es ¿y como hacer que el vaso no nos pese?

Hay muchísimas maneras, sin duda todas muy buenas  - psicología cognitivo conductual, hacer meditación, salir a correr o a pedalear, leer, viajar, relajarse .... - aquí planteo algunos apuntes sobre una que, si bien no resuelve los problemas ayuda a sobrellevarlos mucho mejor (y te permite vivir más y mejor), ser optimista 

Todo parte del siguiente principio :  aún aceptando que las personas estamos marcados genéticamente para ser optimistas o pesimistas, como el optimismo es una actitud se puede entrenar .

Mario Alonso Puig lo explica muy bien en una frase

O el miedo te domina o tu fé (actitud) te dirige

Así pues, lo primero y fundamental es ante todo hacer un acto de fe,

  • que pasa por tener claro que la vida no es de color de rosa
  • que se trata de ver las cosas como son 
  • y que, ser optimista no cura, es tener la confianza de que puede mejorar y que en esto pondremos nuestro mejor empeño. 
Como decía Victor Frankl , no podemos elegir nuestras circunstancias pero si que podemos decidir como lo que queremos vivir.

Entiendo que ser optimista requiere un entrenamiento en, al menos, 6 ámbitos

- lo que somos : autoconocimiento y autoestima
- lo que nos decimos : la gratitud y el lenguaje interior
- lo que nos hacemos : los hábitos
- como nos relacionamos : la importancia de las relaciones
- lo que queremos : tener un propósito
- y el más importante : vivir el momento presente 


1. Autoconocimiento y autoestima 

La primera decisión es enfocarnos en nuestras fortalezas o refocilarnos en nuestras debilidades. 

Seamos listos - enfoquémonos en nuestras fortalezas. En todo lo que hagamos aprovechemos todas nuestras fortalezas (como dice el refranero - para un martillo todo son clavos - ) y especialmente en aquello que nos guste y entendamos que tiene significado.

Para eso lo  primero es conocer nuestras fortalezas, y para eso recomiendo encarecidamente usar el test de la web de la  Universidad de Pennsilvania (alma mater de Seligman - "padre" de la psicología positiva)  - nota personal, el test acierta.

2. La gratitud y el lenguaje interior 

Un paso necesario para desarrollar la gratitud. Algunas ideas :
  • No demos las cosas por hechas
  • Pensemos en todas las cosas buenas que tenemos 
  • Y al menos (copio a Tal Ben Shazar) considerar su sugerencia de dar gracias 3 veces durante el día y antes de dormir por  
El segundo pilar es nuestro lenguaje interior
  • Dado que somos lo que pensamos. Nuestra propia narrativa nos atrapa
  • Si pensamos en negativo, somos en negativo (recordar la visión positiva/ visión negativa de Seligman) , si somos en negativo seamos bienvenidos a la ansiedad y la depresión
  • Por tanto cuanto más positivo sea nuestro lenguaje, mejor estaremos.
  • Un par de trucos: eliminar la palabra "pero" y  evitar decirte para tí mismo todos los innumerables defectos que crees tener (ejemplo "soy un desastre").
3. Los hábitos 

Como no es posible separar cuerpo y mente, igual que somos lo que pensamos, también somos lo que hacemos 

Por tanto nuestros hábitos influyen en nuestro nivel de optimismo : mejores hábitos, mejor comportamiento, mejor actitud positiva.

La lista es obvia, pero no va mal repetirla : alimentación sana, descanso adecuado, algo de ejercicio, y gestión del stress - meditación o relajación, por ejemplo- entre otros ...

Para el que diga "pero si esto no aporta nada" le recordaría el evangelio (Juan 8:1-7) " El que esté libre de pecado que tire la primera piedra" Y que repiense si está donde debe estar en cada hábito

4. La importancia de las relaciones 

Dado que optimismo y felicidad están altamente correlacionados, es importante destacar que las personas que tienen relaciones sanas son más felices y son más optimistas.

Por tanto, para ser optimista hay que relacionarse. No podemos quedarnos encerrados en nosotros mismos. Y si la relación está más allá de los mundos virtuales de las redes de comunicación, mejor que mejor.

Una última consideración, SI a relacionarse, no a relacionarse sistemáticamente con personas negativas (salvo que lo hagamos para sacarlas de este bucle..). El pesimismo se contagia.

5. Tener un propósito

El optimismo requiere acción. Y la acción es un elemento fundamental del entrenamiento para el optimismo.

En el limite de la ausencia de propósito está la indefensión aprendida y la depresión.

Tener un propósito :
  • Estimula la imaginación 
  • Nos permite desarrollar escenarios y evaluar entre diferentes posibles soluciones
  • Nos lleva a actuar
  • Nos crea una sensación de control y satisfacción 
Estar en lo que nos interesa nos puede llevar a un estado de flow ,que, aparte de que nos pone en la senda del optimismo colabora mucho en estar más satisfechos - y felices - . 

No hace falta que el propósito sea muy grande, basta a veces con plantearse escribir un blog (por ejemplo) , lo que hace falta el que el propósito tenga sentido para nosotros.


6. y el más importante ... estar en el presente

En palabras de Seligman "atención a la atención".

El optimista está convencido que las cosas pueden mejorar, pero lo que no debe hacer es vivir en el futuro permanentemente.

La clave de la actitud optimista, que no debemos olvidar es :
  • se trata de tener los pies en el suelo
  • ver las cosas con perspectiva
  • sin vivir el futuro, olvidando vivir el presente

En palabras de Hellen Keller 

Mantén tu rostro hacia la luz del sol y no verás la sombra
Seamos positivos y no hagamos de cada circunstancia un problema y de cada problema un drama. y si no vivimos más, al menos, viviremos mejor.

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