ENQUIRIDION - Un manual de sentido común

Victor Lustig puede ser considerado un genio en lo suyo ..¿o tal vez 47?,  porque tenía ese número de identidades El tal Victor, con una dotes de persuasión consiguió vender la Torre Eiffel , en resumen es como sigue : Escribe a los líderes de la industria de desechos metálicos de Francia y los invitó a una reunión en el hotel. les cuenta que d ebido a fallas de ingeniería, reparaciones costosas y problemas políticos que no puedo discutir, la destrucción de la Torre Eiffel es obligatoria Que será vendida al mejor postor y que ellos son los que mejor lo pueden hacer  .... y se la consiguió vender esto lo hizo con un punto de magia porque  ¡el estafado no quiso que nadie se enterará ! Y lo más espectacular, ¡lo hizo 2 veces! No creo que el objetivo sea emular a este perla, pero esta claro que, cambiando el enfoque, sin duda podemos sacar algún que otro aprendizaje Aquí es donde entra Tom Peters ... si,si ...  ese Tom Peters, el de "En busca de la excelencia", que nos da una p

 Un jinete mongol iba cabalgando desenfrenadamente por la estepa mongola, agarrado a la crin de su caballo, de repente un vecino le pregunta : - Pero Ganzoring ¿Dónde vas tan deprisa? Nuestro jinete, girando dificultosamente la cabeza contesta chillando (desesperadamente)  - ¡ Preguntassseloooo al caballo ! Si sustituimos al caballo por nuestra mente, eso es lo que nos pasa el 95% del tiempo, el pensamiento rápido nos domina y vamos demasiado rápido. Y es que conviene no confundir velocidad con dirección, la velocidad es como un boomerang acaba volviendo y si te descuidas encima te golpea en la cabeza. De aquí esta entrada, una mezcla entre elogiar la lentitud en la acción y la presencia en el momento.  Lo primero que nos conviene recordar es que es posible que no podamos controlar todo lo que nos pasa, pero si que podemos cambiar nuestra actitud Es por ello que desarrollará 3 ideas La importancia de ser uno en la acción  La acción y el momento  Entrenar nuestra mente. Los hábitos clav

Estas entre 114 personas de muy diferente aspecto y tamaño, al borde de una pendiente y no recuerdas muy bien a santo de qué te has metido en ese lío. La gente está la mar de excitada, de hecho, al final de la pendiente hay aún más gente gritando y riendo... y de repente lanzan rodando un queso por la pendiente. Todos los que están a tu lado empiezan a correr  chillando como locos detrás del queso que está bajando por la pendiente dando saltos y rodando. En el endiablado recorrido la gente se cae, algún que otro hueso roto, alguna que otra contusión... pero  ¡ hay que ir detrás del queso a cualquier precio! Caes, bajas rodando, te levantas ... te vuelves a caer .... pero al final  (y aquí acaba la historia, a tu criterio el final ¿ganas la carrera?¿te rompes la espalda?¿te plantas a media carrera de locos?¿llegas a la meta?)  La realidad de la historia se llama el Festival del queso rodante    de Gloucester donde algunas veces al año un montón de "locos" corren como tales det

Esta es la segunda parte de la entrara sobre la atención  , aquí la clave no serán los peligros, son las soluciones Aqui van las consideraciones  No hay atención sin un cierto autoconocimiento y autocontrol  No hay forma de estar atentos si no sabemos gobernarnos,  y si no sabemos gobernanos entonces aplica le cita de Confucio  Uno que no sepa gobernarse a sí mismo ¿cómo sabrá gobernar a los demás? La atención ocurre, es parte de la vida  Es decir, igual que la perdemos también la podemos recuperar. La clave está en saber dirigirla y focalizarla. La atención es limitada No podemos estar atentos permanentemente y en todo No somos multitarea (lo siento, leer un email, contestar al teléfono y redactar al mismo tiempo ... pues va a ser que no). Y además, no somos capaces de mantener una atención plena sobre algo no más de 15 minutos, salvo que .... la entrenemos.  Tenemos demasiados distractores, gestionar con menos información  Estamos en un mundo hiperinformado, tanto que tenemos acceso