La planificación con sentido común y el Polo Norte

Hace unos días tuve una conversación muy agradable con un amigo sobre la mejor de planificarse para un examen (hace tiempo que dejó la Universidad y con los años la energía hay que saber dosificarla), la conversación se nos derivó un poco, debo reconocerlo y saltamos de como planificar un examen a hablar de como planificar (y punto).

Y de la planificación, como de todo, hay historias muy interesantes ...

Resumo una historía que cuenta  Daniel Khaneman, premio nobel de economía , y por tanto queda fuera de discusión su capacidad y su inteligencia, en el libro pensar rapido, pensar despacio.

  • Propone al gobierno un plan de estudio para enseñar teoría de la decisión en las universidades
  • Crea un equipo de expertos
  • Se reúnen  cada viernes durante un año
  • Después de este tiempo y un par de capítulos escritos, les pregunta cuanto estiman que tardarán en tener el borrador terminado
  • Todos proponen duración y resulta que el consenso general es  que en dos años es suficiente (hasta en menos ...)
  • Luego Kanehman le pregunta a un experto en desarrollar planes de estudio cuanto creen que tardarán y su primera respuesta es que muchas veces ni se logra acabarlo ( un 40% fracasaron)
  • La segunda es que los que lo acabaron tardaron entre 7 y 10 años 
  • Kahneman alega que eso es porque los otros equipos no son tan buenos como ellos, ni trabajan tan duro, ni tienen las cosas tan claras, ni estan tan bien organizados ...
  • ....8 años después acabó el libro
A esto le llamó Kahneman la  falacia de la planificación 

La falacia de la planificación es muy sencilla de explicar: Cuando se pregunta a una persona o a un  grupo (en este caso suele ser peor)  cuanto se tardará en para la ejecución de un proyecto es el propio grupo quien tiende a sobreestimar su capacidad y subestimar la dificultad de la tarea. ( y si no que me explique alguien lo rápido que creíamos que estudiaríamos cuando nos juntabamos unos cuantos) 

Como todo sesgo es tal natural como respirar, y no es nada fácil eliminarlo, si bien hay al menos dos formas de atenuarlo 
  • Afrontar el tema con una visión diferente
  • Aplicar un conjunto de principios del sentido común 

Afrontar el tema con una visión diferente

Aquí entra Bent Flyvbjerg  que lo resume en dos actividades muy básicas 

  • Que en el proceso de aprobación del plan, se piense desde fuera, con entusiasmo pero sin pasión
  • Y tener en cuenta toda la información disponible, no dar nada por supuesto o sabido


Aplicar el sentido común 

Aplicar sentido común en este caso se resume en un conjunto de principios que no por obvios dejan de ser necesarios (una lectura del libro de Fergus O'Connell   sencillamente genial : el sentido común en los negocios ayuda mucho a entenderlo muy bien)


En definitiva todo consiste en generar un plan que además de ambicioso y con relevancia estratégica contenga mucho sentido común y que tenga en cuenta los siguientes principios

  • Muchas cosas son sencillas, no nos compliquemos la vida 
  • Decide lo que quieres hacer - y procura ser preciso en las definiciones 
  • Siempre hay una secuencia de acontecimientos, los atajos no existen e
  • Las cosas no se hacen si nadie las hace, responsabilidades claras
  • Las cosas nunca salen como esperas, valora  los planes B 
  • Las cosas son, o no son, domina el todo y las partes

Y por si hubiera duda, algunos ejemplos reales 
  • Decir que el 90% de los 1000 sellos están pegados  puede interpretarse como pegar el 90% de cada sello 1000 veces, con lo cual no vale para nada (el coche está listo pero le falta el volante) o pegar 900 sellos de 1000 (el coche está listo pero le falta pintar la puerta) 
  • Un estudio a propietarios de EEUU muestra que, en general, las obras cuestan el doble de lo que entendían querían gastarse 
  • En la construcción canal de Suez se gastó el doble de presupuesto y se  tardó 10 años (incluidos dos años de parada por falta de fondos),
  • .. y asi podríamos seguir , incluyendo las planificaciones de vacunación del coronavirus, por ejemplo 
Sin duda, la visión desde fuera y la aplicación de estos principios, o algunos similares (todas las metodologías actuales en el fondo pivotan sobre los mismos) permitirá que la meta se alcance, aunque haya que dar algunos rodeos.

Porque tal como decía Amundsen (cuya estrategia para llegar al Polo Norte  - planificando -  fue muy diferente de la de Scott - pasional y que falleció en el intento)

«La aventura es simplemente una mala planificación» 

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