De lo relativo de las cosas


Hace unos días, subiendo hacia casa en coche (digo subiendo, porque mi casa está en la ladera de una montaña) mi esposa, viendo subir caminado con bastantes dificultades - andaba renqueante - a un hombre no mayor de 35 años dijo :

- Fijate, a veces es muy relativo hablar de cerca o lejos ...

Y es que pretendemos ser el nivel en que se miden las cosas, está lejos o cerca en función de lo ágiles que estemos, es fácil o difícil según lo entendamos o no, una persona es eficaz o ineficaz, un ámigo es bueno o malo etc, etc, etc ....

No se trata de establecer un patrón relativo para todos los aspectos de la vida, pero sí de mirar el mundo desde los ojos de las otras personas o, como decía un amigo hoy, escuchar un poco más y no solo escucharnos a nosotros mismos.

Este compromiso de mirar con otros ojos (o dejar de escucharnos) nos va a permitir establecer una mejor comunicación BIDIRECCIONAL y con ello sacar una nota más que adecuada en EMPATIA (que es la forma más culta de decir que dejemos de mirarnos el ombligo un rato).

Hace más de 10 años que llevo en mi cartera un pequeño artículo que salío en el periódico "La Vanguardia" (una carta de los lectores escrita por Alejandro Aris) y que explica exáctamente el sentido de este artículo :

Para saber el valor de un año, pregúntale al estudiante que ha tenido que repetir curso,
para saber el valor de un mes pregúntale a la madre de un niño prematuro,
para saber el valor de una semana, pregúntale al editor de un semanario,
y de una hora a los amantes que están esperando encontrarse.
Pregúntale el valor de un minuto a quien acaba de perder un tren y el de un segundo, a quien acaba de evitar n accidente.
Y pregúntale el valor de una milésima de segundo al ganador de una medalla de plata en unos Juegos Olímpicos.

Y es que, como dice el proverbio italiano : "El que habla siembra, el que escucha recoge"
solo mirando (y no solo viendo) y escuchando (y no solo oyendo) mejoraremos el mundo, de verdad.

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