De las ideas y el halcón maltés

Séneca, aristócrata y filósofo estoico,  define que hay dos causas que explican la realidad   la materia  y la idea, debe haber "aquello que se hace" y "aquello que lo hace".

Es posible encontrar más causas en otros autores, pero con estas dos tenemos más que suficientes, el resto son desarrollos del concepto de idea.

Y es que, no nos compliquemos la vida, necesitamos ser hombres de  ideas - y ayudar a los demás a que lo sean - , recordando, eso sí, que :
  • Las ideas que se puede completar son proyectos
  • Las ideas que no se podrán  completar al 100%  son visiones ("estratégicas")
  • Las ideas que en ningún caso se podrán realizar son sueños
Debemos desafiar nuestras capacidades, plantear, en todos los aspectos de nuestra vida, nuevos enfoques .... pero desde el realismo, desde las visiones y los proyectos, no desde los sueños.

Tenemos una obligación (casi moral) de materializar las ideas (de hacer materia con las ideas), porque así, contribuiremos a mejorar nuestro entorno, nuestro trabajo, familia, amigos ....

Huyamos (o centremos) a aquellos que venden sueños como si fueran ideas, porque una idea no realizable es como el halcón maltés de la película de John Houston, que siendo una simple figura de piedra y no el tesoro de oro y piedras preciosas que esperaban, se convierte en el centro de una trama de asesinatos y traiciones, y que una vez concluida la trama termina con con la frase:

- ¿de qué está hecho ? - pregunta un policía
- del material con que se fabrican los sueños - contesta irónico Humphrey Bogart en el papel de Sam Spade.

PD : De hecho, la idea inicial del artículo era criticar la tendencia de las Consultoras (tipo McKimky) a rechazar las ideas simples como carentes de "visión estratégica" pero he preferido acabar DE PELÍCULA  

Comentarios

MorSa ha dicho que…
Llevo un rato leyendo tu blog y he de reconocer que en muchos aspectos resulta enriquecedor, además de que se hace hincapié en conceptos que resultan ser verdaderas simples y a la vez demoledoras.

Sin embargo, no estoy del todo de acuerdo con esta entrada. Comentas que crees conveniente huir de "aquellos que venden sueños como si fueran ideas, porque una idea no realizable es como el Halcón Maltés". Me considero una persona bastante pragmática, pero creo que en esta ocasión te has excedido en ese planteamiento.

Los grandes logros de la historia de la humanidad se han fundamentado en un principio sobre sueños que se consideraban irrealizables a priori. Un ejemplo bien simple: como reaccionó el mundo tras el discurso de Kennedy a principios de los 60, cuando prometió que un hombre pondría los piés en la Luna antes del final de la decada? Muchos lo tildaron de soñador, loco, y restaron importancia a sus afirmaciones tildándolas de "delirios oníricos". Y posteriormente, en base a ese sueño que, dicho sea de paso, se gestó como algo producto de las circunstancias geopolíticas de la época, y como no, de toneladas de esfuerzo, dinero y talento, se fraguó una de las gestas más impresionantes de la historia.

Es por ello y por muchísimos ejemplos más, que quiero romper una lanza a favor del poder de los sueños y su efecto imparable cuando llegan a transformarse en visiones (como comentabas en tu entrada) o mejor aún en ideas.

Al margen de esta crítica constructiva, felicitarte por tu blog, ya que como decía anteriormente me ha parecido muy interesante.

Un saludo.
Jordi García Codina ha dicho que…
Primero, gracias por tu comentario.
Coincido plenamente, Kennedy fijo una meta, pero no partía de la nada. Motivó ( y empujó de alguna manera) al equipo para conseguirla.
Cuando hablo de sueños, me refiero a la tendencia a decir que algo se puede hacer SIN COMPROMETERSE al 100% en la idea.
MorSa ha dicho que…
vale, eso es muy diferente. El compromiso resulta un elemento encauzador indispensable para afrontar cualquier sueño, visión, idea y/o empresa que se quiera llevar a cabo. Sin compromiso no hay sueños, sino delirios.

Saludos.

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