De la importancia de respirar

Leo en el suplemento "La Vanguardia" (7/2/2010) un reportaje sobre experiencias de los equipos de rescate que han acudido al terremoto de Haití. Impactante, es claro que su tarea ha sido esencial para ayudar a los habitantes, en la medida de sus posibilidades, y por ello, podríamos considerarlos (usando el título de la novela de Scott Turow) "héroes corrientes".

Dicho esto, en el mismo artículo leo ".... los miembros del equipo (formado por 17 unidades) ...", esta palabra "unidades" es la que me ha dejado francamente desconcertado.

Porque, ¿de qué hablamos? ¿de unidades - coches, perros, seres humanos, containers ..-?¿de recursos humanos - optimizados, mantenidos, revisados, cedidos, bodyshopping... -? ¿O de personas?.

Creo sinceramente que deberíamos revisar algunos aspectos del lenguaje, especialmente cuando nos referimos a activos físicos con corazón, aquí van algunas recetas que podríamos aplicar:

• Usar más el termino personas : "tenemos un equipo de xxxx personas" o "somos xxx personas"
• Promover (aunque parezca arcaico) el uso del termino "Gestión del personal" o "Gestión de personas". Los "recursos financieros" no respiran, las "unidades" no tienen alma.
• Incluir pastillas de gestión emocional básica en las comunicaciones, más allá del "un saludo", proponiendo el uso de palabras como "gracias" y "por favor".
• Yendo más allá, evitando la palabra gente al referirnos a un colectivo, es muchísimo mejor hablar de personas o de equipos. ("Había mucha gente" suena peor que "Había muchas personas")

Es que, como conclusión, las personas queremos sentirnos importantes, y cuando así nos sentimos, más fácil nos resulta escuchar lo que escribió Theodore Rossevelt

"Haced lo que podáis, con lo que tengáis, donde estéis"