Los peligros de la ira
Para empezar un cuento zen
Un hombre tenía un pequeño velero, le gustaba mucho navegar así que cada día salía solo , durante horas y horas … pura felicidad.
Una tarde soleada, mientras estaba meditando, con los ojos abiertos, notó que un bote se dirigía hacia su posición.
Según se acercaba, cada vez estaba más enfadado, movía los brazos, gritaba, maldecía, pero el bote seguía dirigiéndose hacia él.
Los gritos, la rabia, la impotencia, cada vez eran mayores, maldijo y maldijo ... hasta que la el bote golpeo su velero.
Estaba dispuesto a golpear al imbecil que le había golpeado su bien más preciado, cuando descubrió que el bote estaba vacio. El imbecil era él ¿para qué enojarse y gritar?¿para qué había servido su ira? ... para NADA
Así como de un vicio no se deriva virtud, de la ira nunca obtenemos nada bueno
De esto va este post, de lo peligrosa que es la ira (salvo que no sea justa indignación o sirva para ayudar a los demás ...) y de lo difícil/fácil que es evitar que nos domine absolutamente.
Se trata pues de tratar tres aspectos importantes :
- Porqué es tan perniciosa la ira
- Porqué somos unos absolutos imbéciles si nos dejamos llevar por ella
- Qué podemos hacer para evitar que nos golpee (más)
1. Los peligros de la ira
La ira no es cosa menor, por citar cuatro ejemplos
- en el cristianismo es un pecado capital (de los 7, que no son tantos)
- en el budismo uno de los tres venenos (junto a la envidia y la codicia) pero se le reconoce como el peor - para el Karma-
- en el estoicismo (Séneca) : además de inútil, es la peor de las pasiones, porque es la que más deforma..
- Y si remato con Aristóteles, es como un clavo, que cuando lo clavas en una puerta, aunque lo saques, deja marca
2. Eres un imbécil cuando te enojas
Aclaro, como cada norma tiene una excepción, quedan excluidas, como he dicho antes, la justa indignación ante la injusticia (objetiva) y la ira compasiva (termino budista) cuando vale para ayudar a alguien (ejemplo : pegar un grito para que un niño no se salte un semáforo o un adulto cometa una completa estupidez …- )
Cuando nos enojamos somos otro yo en nuestro yo, cosa fácil de entender :
- dejamos de ser Jekyll para ser Hyde
- dejamos de ser Bruce Banner para ser Hulk (o "la masa" ) - guiño a Marvel
Es decir, dejamos de se racionales para ser unos seres escasamente racionales - dado que la ira es irracional - cuyo único objetivo (como bien decía Seneca) es hacer(nos) daño.
Y de ellos se deriva que :
- explotamos, lo que nos hace débiles
- acabamos recibiendo lo que hacemos
- proyectamos de nosotros aquello que menos nos enorgullece
Por tanto cuando nos enojamos, somos unos completos imbéciles
Sin bien, para nuestro consuelo, como somos capaces de observarnos, somos capaces de cambiarnos, y desde nuestro "huevo" mejorarnos, porque
Si un huevo se rompe desde dentro, la vida comienza. Si un huevo se rompe desde fuera, entonces la vida termina.
Para esto, está el tercer punto, ¿podemos hacer algo?
3. Algo podemos hacer. Romper el huevo
Aquí aplicaré lo que indica una antigua recomendación que se da a los sacerdotes - los sermones cortos mueven el corazón, los sermones largos solo mueven el trasero - propongo dos líneas de acción para evitar se victimas de ataques de ira.
Sin embargo, antes de ver como bajar la fiebre, lanzo una pregunta sin respuesta (mucho más cruel que un Koan, apunto …)
- Si la ira no es más que un "yo" enojado ¿de donde realmente viene tu ira?, porque si eres capaz de localizar el origen (interior) entonces es que ni siquiera aparecerá …
- Si ves que te va a salir la ira, RESPIRA profundamente las veces que sea necesario, a ver si la consigues parar
- Si la cosa se descontrola ACEPTALO , ya está liada
- Una vez aceptado, aplícate la mejor estrategia posible, HUYE de la situación (la mejor estrategia se dice que es salir de donde estes … hay que tomar espacio y ganar tiempo)
- Y sin no puedes huir , CALLATE (seguro que estarás más guapo)
- ... de momento la cosa se ha parado....y no va a mayores, ahora empieza a atacar por el camino largo...
- Aceptar lo que sentimos, estar sereno
- Reconocer que lo negativo o positivo que sentimos depende de nuestra percepción de la situación
- Paciencia, paciencia, paciencia. Explotar, rumiar, negarlo o desfogarse no llevan a nada
- Evalúa la situación ¿Es tan grave como para que me ponga así...?
- Deja pasar las ideas por tu mente, pero no te apegues (no te enroques)
- Prepárate para estar dispuesto a ceder, ser humildes
- Evita ser impulsivo, practicar la paciencia
- Escucha y dialoga hasta que la solución sea win-win o al menos sea la mejor de las posibles para tí
“La ira es un ácido que puede hacer más daño en el recipiente en el que se almacena que en cualquier otra cosa en que se vierte”.
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