De los venenos más mortales
Podemos creer que el veneno más mortal que hay es la Batracotoxina, que produce la rana flecha venenosa, pero, no es cierto.
El veneno más mortal, es el rumor.
Generar un rumor, hacer caso a un rumor, propagar un rumor equivale a envenenar una familia, una amistad o una empresa.
Y sin hablar del tiempo que se pierde en estos temas ... horas de tranquilidad, felicidad o trabajo. Que generalmente revierten en nada.
Debemos ser extremadamente no solo cautelosos sino también activos en contra de los rumores: parándolos, rompiendo la cadena en nosotros, de esta forma, como quien no quiere la cosa, mejoraremos nuestro entorno.
A este respecto, se refiere la anécdota (casi seguro que aprócrifa) atribuida Sócrates sobre los tres filtros a aplicar a un rumor :
Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:
Finalizo con un pensamiento fundamental que puede ser aplicable perfectamente para el caso de los rumores : No empecemos aquello que no podamos detener porque de seguro (o muy probablemente) acabará yendo mal.
El veneno más mortal, es el rumor.
Generar un rumor, hacer caso a un rumor, propagar un rumor equivale a envenenar una familia, una amistad o una empresa.
Y sin hablar del tiempo que se pierde en estos temas ... horas de tranquilidad, felicidad o trabajo. Que generalmente revierten en nada.
Debemos ser extremadamente no solo cautelosos sino también activos en contra de los rumores: parándolos, rompiendo la cadena en nosotros, de esta forma, como quien no quiere la cosa, mejoraremos nuestro entorno.
A este respecto, se refiere la anécdota (casi seguro que aprócrifa) atribuida Sócrates sobre los tres filtros a aplicar a un rumor :
Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:
- ¿Sabes lo que escuché acerca de tu amigo?
- Espera un minuto - replicó Sócrates. Antes de que me hables sobre mi amigo, contéstame : ¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
- No -dijo el hombre-, realmente solo escuché sobre eso y...
- Bien -dijo Sócrates. Entonces realmente no sabes si es cierto o no.- ¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
- No, por el contrario...-
- Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro de que sea cierto. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?
- - No, la verdad que no.- Bien -concluyó Sócrates-, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, e incluso no es útil ¿para qué querría saberlo?
Finalizo con un pensamiento fundamental que puede ser aplicable perfectamente para el caso de los rumores : No empecemos aquello que no podamos detener porque de seguro (o muy probablemente) acabará yendo mal.
Comentarios