Sobre el entusiasmo y el toque de los dioses
1 de Septiembre de 1920, Amberes, la selección española de futbol no había levantado cabeza en toda la primera parte, perdían ... pero bien
Empieza la segunda parte, en el lateral derecho Sabino va a lanzar una falta cuando se oye una voz fuerte y grave que grita a todo pulmón:
- A mí Sabino, el pelotón, que los arrollo !!!
Era José María Belausteguigoitia Landaluce, Belausté o camioncito para los amigos, un hombretón de 1,93 metros y los 95 kilos que venía decidirlo a darlo todo en ese partido, que era su debut en unas Olimpiadas.
A la portería entraron Belausté, 3 suecos y la pelota. El arbitró dudo, supongo que hasta casi por miedo (si este animal mete a tres suecos en la portería ... a mí se me come) , pero dio el gol por bueno .
... el resto es historia (también) España ganó el partido y finalmente la medalla de plata (historia que no se repitió, con un oro, hasta 72 años después)
Bueno, ¿y que quieres decir con esto?, decir poco ... más bien mostrar con un ejemplo lo que es el entusiasmo.
Confundimos entusiasmo con motivación o con optimismo, y no es lo mismo
- La motivación viene de fuera , son chispazos que pueden (o no) hacernos reaccionar
- El optimismo es pensamiento
- el entusiasmo viene de dentro - hay definición tan bellas como que es el soplo interior de Dios, o es como ser tomado por los dioses- y es acción
Porque si bien es bueno que alguien vaya dando palmaditas en la espalda, haya actividades de grupo o reuniones motivacionales, puede que ayuda, pero no siempre hará que la llama (del entusiasmo se encienda) se encienda.
Una persona con entusiasmo
- Cree en si mismo y cree en los demás
- es esfuerzo
- es enfoque
- y tiene claro que los obstáculos deben ser vencidos, y que para ello hay muchas maneras (por encima, por debajo, rodearlos, ... en fín un entusiasta es como el agua...)
Y como creo fervientemente que debemos ser entusiastas, transmitir entusiasmo y rodearnos de gente así, me he permitido recopilar algunas reflexiones finales a modo de resumen para pensar
- No olvidar nunca : "si te desanimas, desanimas"
- Recordar que el entusiasmo, como la voluntad, es limitado, por tanto, usarlo con prudencia e inteligencia
- Si vemos que lo perdemos, procurar recordar como lo conseguiste, y repetir la acción (modo Belausté por ejemplo) que lo hizo posible
- Y no olvidar gestionar la expectativa, tener entusiasmo no es garantía de victoria, es garantía de haber hecho todo lo que se ha podido.
Porque, parafraseando al gran filósofo Kino, y su entrañable Mafalda, hay 4 escalones para llegar al éxito
- NO lo haré
- Quiero hacerlo
- Lo puedo hacer
- LO HARË
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