De porque aunque nos gusten los caramelos es mejor hacer dieta
Todos (o al menos la mayoría) tenemos algún recuerdo de pequeño donde nuestra madre, padre, profesor o profesora nos daba un caramelo por portarnos bien....
... un sencillo ejercicio de refuerzo que nos ha dejado alguna secuela en forma de caries.
Que luego nos empuja irremediablemente (en algunos casos) al sobrepeso. ¿Y como se llaman los caramelos para el espíritu?, se llaman elogios.
O lo que es lo mismo que decir que los elogios nos pueden engordar el ego, y resulta que conviene estar delgado, por aquello de la buena salud. ¿y como podemos aceptar y procurar elogíos y estar delgados?
Pues poniendo a dieta el ego ¿y como se hace eso?, siguiente algunos sencillos consejos prácticos
... un sencillo ejercicio de refuerzo que nos ha dejado alguna secuela en forma de caries.
Que luego nos empuja irremediablemente (en algunos casos) al sobrepeso. ¿Y como se llaman los caramelos para el espíritu?, se llaman elogios.
O lo que es lo mismo que decir que los elogios nos pueden engordar el ego, y resulta que conviene estar delgado, por aquello de la buena salud. ¿y como podemos aceptar y procurar elogíos y estar delgados?
Pues poniendo a dieta el ego ¿y como se hace eso?, siguiente algunos sencillos consejos prácticos
- Teniendo claro metas, objetivos y estrategias.
- Trabajando, y mucho. El ego, como el cuerpo, se adelgaza con actividad y ejercicio.
- Pesándonos frecuentemente, o lo que es lo mismo, seguiendo los resultados de lo que hacemos
- Aceptando las críticas porque, ¿cuando empieza a fracasar una dieta? cuando decidamos que no querer refuerzos negativos (vamos, que la báscula te dice la verdad, pero tu no quieres escucharlo)
El ego es como tu perro. El perro tiene que seguir al amo y no el amo al perro. Hay que hacer que el perro te siga. No hay que matarlo, sino que domarlo.
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