De la importancia de las cosas
Hay acontecimientos inesperados que nos obligan a cambiar nuestras prioridades inmediatas de manera radical.
Esto, en forma más literaria, equivale a decir que nos obligan "ver las cosas desde otra perspectiva".
Basta con subir a la azotea de cualquier edificio para descubrir que la ciudad se ve diferente que cuando estás en la calle. Basta con escuchar música mientras caminas para entender que la ciudad se escucha diferente ...
Nosotros en cualquier de los roles de nuestra vida, líderes, empleados/as, padres/madres, hermanos/as, hijos/as deberíamos, aunque solo sea de vez en cuando, bajarnos del mundo para mirar desde la azotea y así cambiar nuestra perspectiva, al menos por un rato.
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De forma que, cuando bajemos, podamos agradecer lo mucho que seguro podemos agradecer, hacer aquel montón de pequeñas cosas que no hacemos para ayudar a los demás, y recordarles a todos los que nos rodean que nos importan, que son importantes, que son muy importantes.
Y contribuir a que todos seamos un poco más felices sin pensarlo, como dijo Séneca porque "la felicidad es no tener que pensar en ella"
Gracias.
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