Sobre los juncos

Como todo el mundo, o casi todo, estoy en un periodo de reclusión (llamado también de confinamiento) y me siento afortunado.

  • Afortunado porque estoy valorando más las cosas y especialmente las pequeñas
  • Afortunado porque he aprendido una forma mejor de convivir con los míos
  • Afortunado porque (y aunque ya ha golpeado y mucho a personas que conozco) "el bicho" aún no ha golpeado a mi familia y mis amigos más cercanos
  • Afortunado porque estos días he aprendido con la gente con quien trabajo que se puede hacer equipo sin estar juntos, que se puede tomar acuerdos sin verse, que la confianza se sustenta en algo más que la presencia 
Soy de los que tienen la esperanza (porque de ilusión no se vive, pero de esperanza si) que cuando todo esto acabe, el mundo habrá cambiado,.

Cambiarán muchas cosas 

  • Tal vez, aunque sea temporal, el ansia de consumir
  • Seguro que la forma de trabajar,  y muy especialmente para los que puedan hacer tele-trabajo
  • la forma de relacionarnos, seguro que valoraremos más el contacto personal.
Y seguro que otras cosas irán mal 

  • Nos meteremos en una crisis económica, espero que corta, pero intensa
  • Muchos pequeños negocios (y medianos y grandes) ya no serán viables
  • Muchas personas perderán el trabajo
La verdad de la vida es que todo cambia, que todo es para bien (aunque a veces cueste aceptar las palabras de San Pablo), que detrás de las nubes está el sol (si es de día, claro)...


... porque en este caso y más que en ningún otro debemos ser como el junco que aunque el viento sea fuerte, se mece, pero no se rompe 


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