De mi tierra. los líos y los cuentos tibetanos
En mi tierra hay lío .....ni más, ni menos
Y refiero la palabra lío, no problema
Porque un problema, lo es si no tiene solución, y un lío siempre la tiene
Alguna vez he citado a mi abuela materna - una mujer, por cierto, de armas tomar - que cuando me veía nervioso me repetía - en un mal castellano porque era de origen húngaro - y "pacientemente" que tenía que comprender (no entender, comprender) y que si las personas comprendiéramos un poco más, mucho menos líos tendríamos. Como decía Covey, primero comprender, después ser comprendido
Porque como decía San Pablo decía en la carta a los corintios (13,11)
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño, pero cuando llegué a ser hombre, dejé las cosas de niño
y los líos en mi modesta opinión es cosa de niños.
Ser adulto es dejar el niño dentro y sobre todo aprender a escuchar. Acabar con los líos implica que cada uno decida que quiere escuchar y todos escuchen. No hay que gritar para que nos escuchen.
Comprendiendo, escuchando y buscando soluciones donde todos ganen algo y todos estén dispuestos a perder algo, entonces, y solo entonces, los líos desaparecen.
Porque, como dice el cuento tibetano,
Cuando dos personas están enojadas,
sus corazones se alejan mucho.
Para cubrir esa distancia deben gritar,
para poder escucharse.
Mientras más enojados estén,
más fuerte tendrán que gritar
para escucharse uno a otro
Comentarios