Del cuidado de las cosas pequeñas

Un buen amigo mío me decía hace un tiempo, refiriéndose al mundo de la empresa

"cuida de las cuentas pequeñas, que las grandes se cuidan solas"

No es, ni mucho menos, un pensamiento trivial, Es cierto que hay catástrofes que pueden acabar con cualquier esfuerzo por hacer las cosas bien (una desgracia sobrevenida, una muerte o enfermedad grave, un tsunami, un terremoto, una guerra, un atentado ...) de hecho hay tantas catástrofes que hacen pensar que no vale la pena (pre)ocuparse por lo cotidiano.

Rotundamente no, en las aparentes débiles estructuras muchas veces se esconden las grandes fortalezas - una tela de araña por ejemplo -, en la combinación de los débiles hilos está la fortaleza del elemento, en lo cotidiano está la belleza y el equilibrio.

Es por ello que hay que cuidar lo pequeño, los pequeños detalles con nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros amigos, nuestros allegados más próximos... no se trata de hacer grandes cosas, se trata de mantener el punto de calor/candor/amor/cariño/interés, se trata de hacer "muchos pocos".

No todos los "muchos pocos" requieren comprar algo, se puede tratar de escuchar "un poco más", de ver "un poco más", de interesarse "un poco más" ... se trata en definitiva, del "magis" de los jesuitas de desprenderte de ti mismo para poder formar parte de los otros.

Y esto, tan "tierno" tiene su reflejo en la empresa, y no solo desde el punto de vista emocional, La "familia" en la Empresas son nuestros colegas, nuestros jefes, nuestros equipos,.. también hay que saber crear ese espíritu de confianza - ese famoso "espíritu de equipo" - haciendo pequeñas cosas, comunicando "un poco más", esforzándonos en entender "un poco más", etc, etc ....

Cuidar, en definitiva de esas "cuentas pequeñas" es la que da estabilidad al sistema, no se trata de hacer siempre grandes proyectos o grandes iniciativas, de querer pensar siempre más allá de la siguiente montaña, se trata de dar un paso, y luego otro, y luego otro .... pero, sobre todo de DARLOS.

No nos perdamos pues en lo que deberíamos hacer para que nuestras relaciones, nuestro entorno o nuestro trabajo vaya mejor - actuemos constante y resolutivamente, no olvidemos que cada pase que hagamos puede ser la semilla del gol de nuestra vida.



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