De la confianza y la fe. ¿queremos ser Santo Tomás?



Hace unos días tuve una interesante conversación con mi amigo Alejandro (Alex), sobre la fe, la confianza, las personas y las empresas.
Don Alejandro tiene tablas en empresas grandes,  y ya peina (según él) muchas canas, y según mi modesta opinión, muchas sabidurias, 

Alex me contaba que, hace años tuvo que decidir temas importantes, con muy pocos datos y aún menos información, así que me lo resumío así :

" Me daba la sensación de que tenía que hacer un acto de fe, y no me gustaba, así que optar por hacer un acto de confianza 
Porque la fe es ciega.... y la confianza es llevar unas gafas oscuras sabiendo que, cuando tengas lo que necesitas, te las quitaras y verás la luz"

Porque, según Alex 

"La confianza no es más que  fiarte absolutamente de las personas y de que te darán la información que necesitas para construir juntos la mejor decisión, la confianza es cosa de dos"


La mejor descripción de lo que es la FE , en mi humilde opinión, se presenta en  el evangelio de San Juan (Jn. 20, 24)


 "En la primera aparición de Jesús resucitado a sus apóstoles no estaba con ellos Tomás. Los discípulos le decían: "Hemos visto al Señor". 

El les contestó: "si no veo en sus manos los agujeros de los clavos, y si no meto mis dedos en los agujeros sus clavos, y no meto mi mano en la herida de su constado, no creeré". 

Ocho días después estaban los discípulos reunidos y Tomás con ellos. Se presento Jesús y dijo a Tomás: "Acerca tu dedo: aquí tienes mis manos. Trae tu mano y métela en la herida de mi costado, y no seas incrédulo sino creyente". 

Tomás le contestó: "Señor mío y Dios mío". Jesús le dijo: "Has creído porque me has visto. Dichosos los que creen sin ver".


Por principio, creo que la confianza es la clave para que cualquier relación - en cualquier ámbito- tenga posibilidades de éxito, porque en si mismo, es un acuerdo entre adultos y se basa en principios  tales como : 


  • ser transparentes en la intención 
  • ser transparentes en la acción 
  • y ser transparencia en la información
Guardémonos pues  la fe para la trascendencia y dejemos la confianza en la inmanencia, que seguro que nos irá mejor


Sin olvidar, eso sí, lo que escribió un gran autor (anónimo) 

Confiar en todos es de tontos, no confiar en nadie es no vivir... saber en quien confiar es de SABIOS 


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