De porqué se hace camino al andar

Hacia ya un tiempo que me apetecía hacer una caminata larga por la Sierra de Collserola, cosa bastante factible teniendo en cuenta la proximidad a Barcelona.


Así pues, me dispuse a atacar el problema de forma ORGANIZADA, es decir, tengo una meta, un objetivo y voy a hacer un plan de acción para alcanzar el objetivo.


Dicho y hecho, defino mi objetivo, compro un plano, me equipo con un set de lluvia y me dispongo a la aventura, eso sí, prudentemente, antes me estudie el plano con mucho detalle.


Y, mira por donde, los mejores planes, no siempre son perfectos, porque pueden pasar algunos pequeños imprevistos :

• Que el objetivo inicial sea demasiado ambicioso (el recorrido era demasiado largo así que tuve que escoger una versión "más reducida"). Solución : haces el objetivo más realista
• Que el plano no sea el correcto, osea que, sencillamente te has mirado el recorrido mal. O lo que es lo mismo, que el plan de acción no reflejaba la realidad. Solución : con tu información incompleta buscas en el mundo real la información que te falta
• Ya en marcha, con la duda de si vas por el camino correcto (¡Eso es gestionar, estúpido!) empieza a llover de mala manera, pero ¡ojo! ahí aparece el buen plan de acción. Es que prever los obstáculos y estar bien preparado facilita mucho la labor.
• Cuando parece que, cambiado el objetivo y yendo por otro camino al previsto, pero con la idea clara del nuevo objetivo, parece que no es posible perderse "porque está indicado", ¡te pierdes y empiezas a dar vueltas! . Y es que, es muy importante saber leer bien las señales (los signos) y aceptar que perder la dirección un rato no implica perder el objetivo.
• Y, finalmente, cuando llegas hace falta un último ejercicio, piensa lo que has hecho bien y lo que has hecho mal, APRENDE.

Así pues, por el "módico precio" de 3 horas y media de caminata he recordado un montón de cosas la mar de útiles... que no hay camino .. y que se hace camino al andar (gracias Sr Machado).