de la importancia (absoluta) de los hechos
Compartiendo un rato de charla informal, un amigo me contaba una discusión que tuvo con algunos compañeros de tu trabajo sobre la importancia de la venta interna.
Mi amigo, que suele ser bastante vehemente él (que según el diccionario significa - Que se manifiesta con fuerza, viveza y pasión -) esta vez adoptó una expresión bastante apesadumbrada y me comentó:
- Si queremos ir con los tiempos, tendremos que acostumbrar el paso .... porque el paso ha cambiado. Definitivamente es tremendamente más importante el envoltorio que el caramelo.
Debo reconocer que, no le quito toda la razón, aunque en un ejercicio de disonancia cognitiva, creo sinceramente que deberíamos mantenernos en un estado de conciencia intermedio, algo así como :
Conviertete en un buen producto, muy bueno si es posible ... y luego procura venderlo lo mejor que sepas. Tal vez no llegues tan lejos como te hubiera gustado estar, pero de seguro que estés donde estés, estarás mucho tiempo.
Y aunque esta "perla" que he encontrado en "La Vanguardia" (24/10/2010), diga :
- Los hechos hablan, pero las historias venden
Yo creo que deberíamos seguir pensando que:
- Las historias venden más que los hechos, pero los hechos hablan más fuerte que las historias.
Ya lo dijo (Don) Benjamin Franklin, más vale seguir remando y "No perdáis una hora, porque no estáis seguros de un minuto"
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