De la Capilla Sixtina y de lo pronto que se olvida que todo cuesta

Por supuesto que no...
¿Entonces porqué creemos que podemos afrontar un proyecto/tarea/plan de vida/ actividad de sopetón?¿Porqué creemos que podemos correr sin entrenar 10 kilómetros?¿Porqué creemos que podemos avanzar a saltos de 20 metros?
La respuesta es sencilla, porque perdemos la magnitud de la tarea.
Pongamos un ejemplo, en base a algunas anécdotas sobre la Capilla Sixtina
- Miguel Ángel (y su equipo) tardaron 4 años en pintarla (no 10 días, ni una tarde...)
- Primero hizo un boceto completo de lo que quería (un plan) y una vez aprobado y visto por el Papa Julio II se puso a dibujar los cartones
- Tampoco conocía la técnica "al fresco" así que tuvo que llamar a unos expertos, para que le enseñaran en la práctica, pintando una parte de sus cartones en "real" (una prueba piloto...)
- Tuvo que trabajar, y mucho, porque además, pintar al fresco, es muy complicado, - tiene el "tiempo limitado" - solo se puede pintar mientras no se seque la preparación y además, en este caso, Miguel Ángel hizo un tremendo esfuerzo físico - pintar un techo, y no precisamente a brocha-
A eso habría que sumarle, que Miguel Angel era más escultor que pintor y que el Papa Julio II parece que era bastante "Jefe Plasta".
No se trata de intentar emular a Miguel Ángel, pero tampoco de olvidar que todos tenemos nuestras pequeñas Capillas Sixtinas, en muchos aspectos de la vida, y que cuando las "pintemos" deberemos recordar que :
- Es bueno saber adonde vamos (mantener la vista al frente) pero preparar cada paso que damos con atención y cuidado (hacer el boceto de la capilla)
- Que hay que dibujar un plan y "los cartones" -los pasos, las tareas, las metas intermedias ...-
- Que lo que no sepamos, lo preguntamos y lo aprendemos - que hacer algo nuevo implica también un esfuerzo -
- Que conviene no olvidar, que hay que fijarse un plazo (realista pero exigente) y cumplirlo
Y, finalmente, que ningún éxito es eterno y perfecto ni ningún fracaso es absoluto .. lo siento, así es la vida.
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