De la prudencia, la audacia y las cantimploras

Estoy dando vueltas hace unos días a ciertos conceptos (incluso vitales), que tienen que ver - atención - con el significado de las palabras, y las actitudes que llevan aparejadas.


La primera distinción la hecho entre ser PRUDENTE y  ser COBARDE


Empiezo mi argumentación utilizando el aforismo latino  " Timidus se vocat cautum" (lo que es lo mismo, el cobarde- o tímido en traducción directa - se llama a si mismo prudente). Vamos, que queda mucho mejor decir que eres prudente a que eres cobarde.


Uno no es cobarde o es prudente, uno actúa cobárdemente o prudentemente. La prudencia nace en la acción. En el ámbito de los actos es fácil reconocer a ambos tipos de personas.

  • Los prudentes evalúan cuando deben dar un paso atrás o adelante, y lo dan, cuando las ventajas superan a los inconvenientes.  
  • Los cobardes, no lo dan, y, si lo hacen lo dan siempre para atrás.

Los prudentes son dinámicos, los cobardes son estáticos.


Ser prudente lleva asociado evaluar la situación, y en el óptimo, evitar la precipitación. Ser prudente no significa ser lento, significa ser constante.


Y cuando la prudencia se mezcla con la audacia, tenemos la perfección.


Aristóteles definió la AUDACIA, como el término medio entre el miedo y la temeridad. El resumen, ser audaz es exponerse - arriesgarse - pero no ponerse en peligro.


Si la prudencia lleva asociado el análisis - los planes .... - la audacia lleva asociada la acción, el creer en uno mismo, el darlo todo convencido de que estas en el camino correcto (o, al menos, convencido de que el miedo no te va a impedir continuar, con prudencia).


Así pues, para avanzar como personas, llevando en nuestras mochilas al menos una cantimplora llena de audacia y prudencia:

  • Audacia para estar continuamente en un proceso de cambio y mejora, sin temer a los errores
  • Prudencia para dar los pasos adecuados, analizando la situación. Procurando minimizar el número de errores.
Afortunadamente no vivimos en una montaña rusa de situaciones reales de "vida o muerte", bastante complicada es la vida para que nos las creemos nosotros, como dice Baltasar Gracian en el "arte de la prudencia" 

Saber tomar las cosas. Nunca al repelo, aunque vengan. Todas tienen haz y envés. La mejor y más favorable, si se toma por el corte, lastima. Al contrario, la más repugnante defiende, si por la empuñadura.

Comentarios

Entradas populares de este blog

de Karate Kid y la importancia de respirar

De como construir una catedral picando piedras

De los pandas y la filosofía