ENQUIRIDION - Un manual de sentido común

Llegados a estas fechas (cada vez un poco más viejos) y en un momento usualmente indeterminado entre la Navidad y Fin de Año, nos da por tener buenas intenciones para el nuevo Año, ya sean materiales - como cambiarse el coche- o mucho más espirituales - como apuntarse a colaborar con una ONG -. La clave para hacer esto la podemos encontrar en muchísimos autores, no obstante, en mi caso, fue Stepen R.Covey quien me lo descubrió,y que, con las adecuadas adaptaciones, puede dar lugar a un sistema sencillo de organización personal. El sistema lo podemos basar en 3 elementos : El primero: escribir nuestra misión . No es ninguna tontería. Todos buscamos la felicidad pero ¿nos hemos planteado cómo?¿Nos importa alguien más que nosotros?¿qué es lo más importante para nosotros? . Una pista, la mía empieza "lo principal es el éxito en casa ..." El segundo: fijar objetivos de mejora concretos en un conjunto de ámbitos de nuestra vida, cuales son (según mi entender) : físico, familiar, e

El Tao te king, fuente inmensa de sabiduría, dice "Quien promete a la ligera, no es fiable", y es que, a veces, confundimos voluntarismo con voluntad. Defino voluntarismo como aquel acto, a menudo más racional de lo que creemos, donde ponemos nuestra mente al servicio de una buena intención, eso, sólo una buena intención. Este desorden, si bien crónico, es claramente estacional y se da, al menos en el ámbito privado, en dos fases del año, agosto y diciembre. Y es que, cuando las circunstancias nos dejan pensar, nos inventamos un montón de buenas intenciones, que, en los casos más graves ¡incluso se planifican!. Me declaro un radical enemigo del voluntarismo, en todos los ámbitos, y muy especialmente en el privado. Conviene tener en cuenta otro proverbio chino "No temas avanzar lentamente, teme detenerte". Olvidemos el voluntarismo y pensemos más en hacer uso de la voluntad consciente, la capacidad humana que nos permite orientarnos hacia un objetivo, no h

Esta no va a ser una sesuda reflexión sobre nada especial, sino un sencillo pensamiento sobre Navidad La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar. Así pues, mantén vivas tus ilusiones, ama mucho y procura estar ocupado .... que la felicidad no es siempre hacer lo que uno quiere pero si es querer lo que uno hace. Feliz Navidad y un venturoso 2010. Y, para acompañar .... una canción "a tono", es la versión es de la película "Love Actually", me gusta más que la original de Mariah Carey. All I want for Christmas is you

Una advertencia previa, copiar a un solo autor es plagio, copia a cien es investigación, es por ello que me declaro oficialmente un investigador. Es ese afán de "investigar" es el que me lleva a deambular por las librerías (de igual modo que Daniel, el protagonista de La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón) esté donde esté. Asi pues, en lugar de inventar, decido que mi "investigación" de hoy sea Baltasar Gracian , y en concreto su oráculo manual y arte de la prudencia buscando algunos consejos sobre como tratar con la gente que nos importa, y encuentro lo algunos interesantes aforismos: Saber hacerse con todos: con el docto, docto. Con el santo, santo (...) observar los genios y templarse al de cada uno No cansar: ganas por lo cortés lo que pierdes por lo corto. Lo bueno, si breve, dos veces, bueno y aún lo malo, si corto, no tan malo. Saberse ayudar: Hacénsele menores los afanes a quien se sabe valer (...) no se rinda a la fortuna. Haga al princip

Cada día hablamos, leemos, escribimos y oimos muchas cosas, pero es no significa que entendamos, expresemos o escuchemos. Porque hay una importante diferencia entre hacer cosas y ser consciente de las cosas que hacemos. (el "examen" de artículos anteriores). Esta consciencia, es lo que nos hace racionales. Es cierto que "ser conscientes" conlleva de forma inmediata, enlentecer las acciones y las reacciones, pero también garantiza (en la medida que ello es posible) mejores resultados (no solo económicos, sino, y mucho más importante, emocionales). Y es que, merece la pena dedicarle un poco más de tiempo a las cosas que queramos hacer, y, sobre todo, a las personas . Para ilustrarlo, transcribo aquí una pequeña historia que leí en Internet. "Durante mi segundo curso en la escuela de enfermería, nuestro profesor nos dio un examen sorpresa. Yo era una estudiante consciente y leí rápidamente todas las preguntas hasta que leí la última '¿Cuál es el nomb

Llevo dando vueltas un buen rato a una idea sobre qué temas debería recordar (más) en un nuevo reto profesional que voy a iniciar. Una primera aproximación que me hice fue, "pues nada, pillo algunos libros de management y me hago un refresco rápido de cosas importantes ", dicho y hecho .... 6 días después del ataque de buenas intenciones estoy en el mismo punto (no exactamente, tengo acumulados 7 libros delante mío). Así pues, presto para iniciar mi excursión pedagógica, me detengo a responder la pregunta "¿pero esto no te lo sabes?" ... y la respuesta es "supongo que sí, pero no para un examen ". ¿Y quien nos está examinando? Todo el mundo, incluidos nosotros mismos. Somos continuamente examinados (o retados) y de la capacidad con que afrontemos estos retos depende nuestra actitud frente a la vida. La necesidad de realizar, de forma muy periódica un "examen de conciencia", nos puede situar en un mejor estado interior para resolver este entrama